Teatro nocturno, juego de luces y misterio...
Imagina un lobo y su tío defensor de especies en extinción...
Imagina la casa de Caperucita llena de princesas y reinas...
Imagina un pinguino que lleva hielo desde el Polo Sur a los que sufren moratones debidos a los golpes dados a diestro y siniestro por abuelos, cazadores y demás personajes golpeadores...
Imagina un bossque con árboles de pasta de harina, flores de construcción infantil, cesta y camas de abuelitas diez veces más pequeñas que la propia abuela...
Imagina un grupo de padres, madres e hijos/as que construyen historias juntos, siendo actores y público a la vez, disfrutando de lo inesperado de un escenario iluminado por minúsculos focos titubeantes y gozando con las emocionantes y musicales narraciones creadas al abrigo de unos y otros.
Imagina...
Imagina...
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