jueves, 31 de enero de 2008

Tipos de familia y crianza

1. Las variables mas importantes que determinan el tipo de crianza son:

· El control paterno/materno: cómo son de restrictivos los padres.

· La calidez paterna/materna: grado de afecto y aprobación que tienen con sus hijos.

Podriamos diferenciar 4 tipos de familia y de crianza según se combinen dichos parámetros:

Autoritaria, permisiva, indiferente, con autoridad


Tipos de personalidad que el niño/a desarrollará segun el estilo de familia y de crianza:


1. Padres autoritarios: mucho control y poca calidez
niños apartados y temerosos,
con poca o ninguna independencia
variables, apocados e irritables

2. Padres permisivos: poco control y mucha calidez
niños autoindulgentes, impulsivos y socialmente ineptos,
otros pueden ser activos, sociales y creativos;
otros pueden ser rebeldes y agresivos

3. Padres indiferentes: poco control y poca calidez

los hijos de los padres indiferentes son los que están en peor situación y, si sus padres son negligentes, se sienten libres de dar rienda suelta a sus impulsos más destructivos

4. Padres con autoridad: mucho control y mucha calidez
los niños mejor adaptados,
tienen confianza en sí mismos,
tienen mayor control personal y
son socialmente más competentes.


¿Donde se situaría usted?
Pruebe a definir los patrones de crianza de su familia de origen y de la suya propia si la ha formado.

viernes, 25 de enero de 2008

El Apego: Un esquema para la reflexión


ORIGEN: Necesidad biológica / Necesidad psicológica: Garantía de supervivencia

SIGNIFICADO: Relación emocional permanente y estable.
Sensación de seguridad, confianza y equilibrio estructural básico
que permanece durante toda la vida.

La gestación: La madre, figura de apego por excelencia

- Conductas maternales íntimamente relacionadas con la vinculación en:

Especies animales: Construcción del nido, alimentación, defensa, calor a la cría, higiene,…
Especie humana: acogimiento del niño/a, contacto sensorial (visual, táctil, olfativo), verbalizaciones, preocupación por el bienestar del niño/a, aprobación, afirmación…

A. Cómo participa el bebé en la creación del apego:

· Preferencias perceptivas innatas:
o El rostro humano
o La voz humana
o El olor de la madre

· Conductas señalizadoras:
o El llanto, la sonrisa
o Balbuceos, sonidos guturales varios…

· Su propio rostro y presencia estimulan de modo natural el acercamiento de la madre, su interés, sus conductas protectoras.

B. Cómo participa la madre en la creación del apego:

· Respondiendo a las preferencias perceptivas innatas del bebé:

o Con su rostro y su presencia: Estímulo visual perfecto, se suele situar a una distancia óptima del bebé (20-25 cm.)
o Con su voz: Estímulo auditivo perfecto: Pronunciación pausada, frases cortas y repetidas, timbre en falsete.
o Con su olor corporal, que estimulará enormemente el olfato y las emociones del bebé.

· Respondiendo a las conductas señalizadoras:
o A llanto, a la sonrisa, a los balbuceos…

· Con conductas de cariño y simpatía.
o Con el juego de la madre, más allá de los cuidados básicos.



TIPOS DE APEGO Y PATRONES DE CRIANZA

El apego seguro

La madre responde a las necesidades del hijo/a:
o Con prontitud.
o Adecuadamente, consigue calmarle cada vez con más facilidad.
o Congruentemente, con constancia
o También a las señales sociales del bebé, no solo a sus necesidades fisiológicas.
· La madre se siente cada vez más segura y eficaz en su rol de madre.
· Aprovecha o “neutraliza” sus propias vivencias de apego respecto a su propia madre.
· El niño/a protesta cuando se separa de su madre.
· El niño/a juega también cuando no está la madre.
· Al volver a verla después de una ausencia siente alegría y juega.
· Disfruta del contacto físico con el niño/a.
· Deja espacios de separación (física y mental) entre ella y el bebé: Fundamental la presencia de la figura paterna, o en su ausencia, de alguna figura sustitutoria.
o No hay presencia sin ausencia
o No se interioriza la figura de apego si no falta en algún momento


lunes, 14 de enero de 2008

Negar para afirmar. Cerrar para abrir.

La vida del mundo infantil nos da pistas de un valor ilimitado para entender los cauces más sanos de la vida de los propios adultos. La negación en ambos casos es una condición imprescindible para la afirmación. Bien es cierto que este ingrediente no debe exceder la dosis justa tanto en la receta educativa de un niño/a como en el cuaderno de bitácora de cualquier adulto, pero tan cierto es esto como que no existe actitud afirmativa sin la negativa complementaria, sin límite, sin renuncia a parte de que lo que tiene o se pretende. La elección siempre implica esfuerzo e incluso sufrimiento pero no nos dejemos cegar por estas sensaciones: la proyección de una negación sana es siempre hacia adelante y la confianza en lo positivo da paso a la aparición de espacios de afirmación, de simbolización y creación de nuevas estructuras y funciones que mejoran, enriquecen y revitalizan sin duda el estado precedente.
Los niños necesitan aprender a convivir con la justa negación, el límite que estimula la búsqueda de alternativas y la elaboración de nuevos cauces de acción. Cuando esta dinámica se aprende en un núcleo familiar donde el amor y la protección están garantizados y así lo sienten los hijos, pues se les transmite de modo eficaz en la vida cotidiana, se garantiza la génesis en la persona de unas estructuras que en la vida adulta facilitarán enormemente el análisis de disyuntivas de elección, su posicionamiento ante la toma de decisiones y, en general, las renuncias afirmativas, el cerrar puertas para abrir otras nuevas, para abrirlas con responsabilidad y coherencia, el superar las incongrüencias, errores o injusticias del pasado con una lectura evolutiva y superadora.