sábado, 16 de febrero de 2008

Padres (no madres) en extinción

Padre jurásico, padre del pleistoceno, padre que vives fuera de la cueva y la prole, padre preocupado por el mamut, la caza y la captura de las proteínas, padre de la ancestral paternidad, de la semilla y a otra cosa mariposa. No leas este texto. Este espacio no es para ti. ¿Para qué participar en el lugar donde las madres lo hacen tan bien? ¿Para qué generar conflicto de competencias? ¿Para qué confundir los roles? ¿Para qué plantearse qué es ser padres y hombre hoy en día? ¿Para qué marear la perdiz? Padre antidiluviano, sigue con tus papeles, tus cuentas y tus negocios. No pierdas el tiempo en autoreflexiones. No leas. No es para ti. Al Cesar lo que es del Cesar y los niños…para quien los entienda. No sigas leyendo. No empieces a pensar que quizás podrías aportar algo a este debate. Padre primitivo, padre inquilino de Altamira, protege tu clan y repara desperfectos, no desvirtúes tu masculinidad con preocupaciones pedagógicas, no alteres tu calma con histerias infantiles, no te desconcentres con propuestas escolares vanguardistas. No sigas leyendo, querrás participar. Te rebelarás contra el papel que te ha tocado jugar en la historia dentro del guión familiar. No te resistas a tu propia extinción. No luches contra la desaparición progresiva del pater familias del terreno de los hijos y su educación. No te opongas a tu propia extinción. Al final y al cabo es un rol que ha demostrado no ser saludable, no adecuado para la supervivencia de la especie. No te opongas a tu propia extinción. No participes. Deja que las cosas lleven su curso mortecino para ti. No disfrutes del efervescente y mágico mundo de tu descendencia y su vida escolar. No caigas en los atractivos encantos del tiempo dedicado a escuchar a tus hijos. Son solo trampas para hacerte despistar. Deja que solo las madres sigan disfrutando del rico mundo de la crianza, de las emociones, de la escuela y de todo lo demás. Permite la extinción del padre ausente en la educación de sus hijos. No llegues hasta aquí en la lectura de estas serias líneas de advertencia sobre el abandono de la prehistoria. Podrías querer cambiar tu experiencia de paternidad y hacerte por fin presente, responsable. Ojala.

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